A todo el mundo le gusta un buen plato de pasta, y aunque la pasta es el ingrediente principal, el factor decisivo es una buena salsa de tomate.
Desafortunadamente, cuesta encontrar salsa de tomate saludables en el mercado. La mayoría llevan cantidades innecesarias de azúcar y están demasiado procesadas.
Hoy os enseñamos cómo hacer salsa de tomate casera, una receta muy sencilla, con pocos ingredientes, bajo coste y #realfood.
Eso sí, merece ser cocinada como se hacía antaño: con cariño y a fuego lento.
¿Empezamos?
INGREDIENTES Y UTENSILIOS
Aunque es sencilla, la receta requiere tiempo. Por ello, os recomendamos que hagáis más cantidad y que guardéis la salsa en el congelador o en tarros con envasado al vacío.
Tened en cuenta que la ratio de kgs de tomate usado en la receta y kgs de salsa de tomate obtenido no es 1:1. Aproximadamente, por cada 2kgs de tomates, conseguiréis 1kg de salsa de tomate.
Podéis alterar los ingredientes de manera proporcional para conseguir más o menos salsa.
~ Ingredientes
- 2kg de tomates o 1 lata (2kg) de tomate triturado natural (fijaros que sólo lleve tomate, sal y acidulante)
- 3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra (y agua para sofreír la cebolla sin añadir más aceite)
- 2 dientes de ajo muy picados
- 3 cebollas grandes picadas (al gusto, a nosotros nos gusta con mucha cebolla)
- 1 lata de concentrado de tomate (opcional)
- 1 chorrito de vino tinto o cognac (opcional)
- Tomate deshidratado cortado a trocitos (opcional)
- 2 cucharaditas de sal
- 1 cucharadita de azúcar o endulzante natural: sirope de arce, dátiles, etc. Añadimos un poco de azúcar para rebajar la acidez del tomate, pero es una aportación insignificante comparado con las salsas industriales.
- Especias al gusto. En casa siempre usamos romero, tomillo, albahaca y pimienta.
~ Elaboración
- En una olla alta, ponemos el aceite a calentar. Seguidamente añadiremos el ajo muy picado y rehogamos hasta que lo veáis dorado.
- Es el turno de la cebolla, rehogamos hasta que esté dorada. Consejo: queremos que la salsa sea lo más saludable y menos calórica posible. Por ello, os recomendamos que, a medida que la cebolla absorbe el aceite, vayáis añadiendo agua natural en vez de más aceite. Conseguiréis la misma textura son mucho menos aceite.
- Cuando la cebolla esté blanda, añadimos el tomate triturado y la pasta de tomate y subimos el fuego a medio-alto para calentar rápidamente el tomate. Una vez esté caliente y empiece a hacer chup-chup, bajamos el fuego y añadimos la sal, el azúcar, el vino tinto, el tomate deshidratado y las especias.
- Dejamos freír el tomate durante, al menos 45 minutos. Podéis tapar la olla para que no salpique, pero no del todo, queremos que el tomate vaya evaporando parte del agua que contiene y conseguir una salsa espesa.
~ Alternativas
Si queréis hacer otro tipo de salsas, como la boloñesa, es muy fácil. Añadís los ingredientes extras junto al paso 2 y rehogáis todo junto a la cebolla.
Podéis usar cualquier tipo de pasta, siempre mejor fresca, en esta receta. Si queréis un plato con menor contenido calórico, podéis cambiar la pasta por espirales de calabacín o boniato.
PREGUNTAS FRECUENTES
- Tiempo de cocción: cuanta más agua tengan los tomates, más tiempo necesitaremos para conseguir una salsa espesa.
- ¿Se puede congelar? Sí. De hecho, nuestra recomendación es que hagáis más salsa de la que necesitaréis al momento y congeléis. Así cuando necesitéis salsa de tomate casera, sólo tenéis que descongelarla removiendo en una sartén a fuego lento.
Esperamos que disfrutéis de esta receta y si la hacéis, mandadnos una foto vía instagram (@eatinbcn), ¡nos hará mucha ilusión!
Cualquier duda, estamos a vuestra disposición 🙂