No me podía ir de Cambodia sin conocer sus playas, unas de las más bonitas (y también menos visitadas) del sudeste asiático.
La mayoría de viajeros, visitan Cambodia para hacer el check a Angor Wat, y olvidan completamente que a 1h en avión u ocho horas en autocar nocturno, descubrirán una costa espectacular.
Más allá de la costa, lo que realmente vale la pena son las dos islas que quedan justo enfrente de Cambodia: Koh Rong y Koh Rong Samloem.
Importante, ni se os ocurra quedaros en Sihanoukille. Es un pueblo que están destruyendo a base de construcción de casinos y que patrimoniales Chinas han comprado y están explotando urbanísticamente para convertirlo en el próximo Macao, una pena.
¿Cómo llegar?
Si estáis en Siem Reap, mi recomendación es que cojáis un vuelo o el autocar nocturno hasta Sihanoukville. Desde allí, tendréis que coger un ferry hasta las islas.
Los mejores autocares, en cuanto a seguridad y comodidad, son de la compañía Giant Ibis. No esperéis nada súper lujoso, pero iréis estirados en una litera y la experiencia tiene su gracia. Te ahorras una noche de hotel y viajas de noche, muy cómodo.
¿Koh Rong o Koh Rong Samloem?
Las dos están muy poco desarrolladas, siendo la primera más grande y algo más desarrollada. No hay carreteras en las islas y sólo podréis desplazaros de una playa a otra, en barco. Estos taxiboats no son baratos, cada viaje os puede costar alrededor de 25-30USD la ida.
Yo me quedé con Koh Rong porque, al estar viajando sola, pensé que algo un pelín más desarrollados y con ciertas comodidades, no me iría mal.
Tenéis que saber que Koh Rong es un destino muy de parejas, la mayoría de hoteles son resorts, aunque también encontraréis casitas de madera en la playa que se alquilan a buen precio (no esperéis comodidades en ellas).
¿Dónde dormir?
Opté por darme el gustazo y alojarme en un resort ¨boutique¨. Me apetecían unos días para mí, con comodidades y dejarme cuidar.
Mi elección fue Son Sak Beach Resort, ubicado en la segunda playa más conocida.
Estuve encantada los 4 días que pasé aquí. No solo porque la comida era muy variada, y buenísima, sino porque el staff no podía ser más atento.
En estos 4 días tuve una infección en un ojo y me caí de una roca, nada grave, pero agradecí que tuvieran una enfermería estando a 1h en ferry de tierra firme. Los enfermeros del hotel que cuidaron como unca 😊 ¡Gracias!
¿Dónde comer?
Pese a ser una isla poco desarrollada, tiene bastantes restaurantes de comida local y western. Os dejamos a continuación un mapa con nuestros puntos favoritos:
- Eat, Pray, Love: restaurante italiano, con unas pizzas increíbles.
- Falafel Sok San
- Comida local: comeréis bien en cualquiera de los bares que encontraréis en la playa… y las vistas son inmejorables.
¿Qué hacer?
Agua cristalina y la arena más blanca que he visto en mi vida, me esperaban en Koh Rong.
Eso sí, más allá de disfrutar del sol y de un buen libro, poco más podréis hacer.
Los hoteles ofrecen opciones de snorkelling y submarinismo, excursiones en barco, etc. Yo me decanté por la excursión de snorkel rodeando la isla, estuvo muy bien! Fuimos parando en distintas playas y visitamos un pueblo flotante, callejeamos y conocimos un poco más de la cultura isleña.
El hotel The Royal Sands, que está en la misma playa que Sok San, imparte una clase de yoga cada mañana. Podéis llegar hasta allí dando un paseo por la playa de unos 30 minutos.